Depósitos bancarios estructurados y combinados


Depósitos bancarios estructurados y combinados

Los depósitos estructurados son productos complejos que jamás deben ser tomados como una sencilla imposición a plazo fijo. La rentabilidad ofrecida por los depósitos estructurados depende también de la evolución de un índice o determinados valores bursátiles. A esto se lo conoce como activos subyacentes.

Este tipo de depósitos presentan, además, un funcionamiento bastante peculiar que nos los hace apropiados para quienes no tienen conocimientos financieros suficientes. Por ejemplo:

En los depósitos combinados, el tramo de rentabilidad garantizada suele ser el menor dentro del plazo de vigencia total del depósito. Esto implica que, durante un periodo corto de tiempo, se ofrece una rentabilidad fija y, a partir de entonces, la rentabilidad depende de la evolución de los activos subyacentes.

Extensa duración y reducida liquidez: la duración de estos depósitos suele ser bastante prolongada. No obstante, por norma general, no se permite la cancelación anticipada.

El último tipo de depósito que vamos a repasar es el depósito estructurado. Es el producto de ahorro más complejo de todos los de la lista y está dirigido a personas con conocimientos financieros sólidos.

La rentabilidad que ofrecen depende de lo que se conoce como un activo subyacente, que puede ser un índice (como el euribor) pero también algún valor bursátil (un paquete de acciones). En cualquier caso, el tramo de rentabilidad garantizada suele ser muy pequeño en comparación con la parte variable que queda a expensas de cómo evolucione el activo. Además, son depósitos con muy poca liquidez.