Préstamos al consumo


Préstamos al consumo

Los préstamos al consumo se usan para financiar bienes de consumo duraderos como coches, muebles o electrodomésticos.

Tanto los préstamos personales como los préstamos al consumo suelen ser préstamos de menor cantidad con un plazo de devolución relativamente corto.

Los préstamos al consumo son todas aquellas operaciones financieras destinadas a satisfacer necesidades personales. Se trata, por tanto, de créditos solicitados por un consumidor que tiene la necesidad de adquirir bienes o servicios para un uso no profesional: la compra de mobiliario, la adquisición de un electrodoméstico, la necesidad de cubrir los gastos de una boda, un viaje, etc.

Normalmente, este tipo de producto se suele ofrecer en los propios establecimientos donde se adquiere el bien o servicio, se trataría de una especie de pago aplazado. Con ello se facilita al usuario la realización de la compra, ya que puede contratar en el mismo momento el servicio de financiación, sin tener que realizar más trámites o desplazamientos. No obstante, el consumidor está realizando el trámite directamente con una entidad por lo que, el establecimiento, en realidad, estaría ejerciendo de mero intermediario.

Al igual que en los préstamos tradicionales, normalmente se estipula en el contrato el plazo en el que se amortizará la deuda, así como los intereses que deberá satisfacer el solicitante por el pago en cuotas de la misma.